El tema de la vivienda colaborativa se ha manejado desde hace algunos años en la ciudad de Monterrey.
Este tipo de segmento apareció en la década de los ochenta en Dinamarca, enfocado para que los adultos mayores pudieran vivir en una pequeña comunidad, con espacios abiertos, pero con propiedades individuales de entre 40 y 50 metros cuadrados.
Hoy en día la vivienda colaborativa o “coliving” se ha vuelto común en grandes urbes como Nueva York, Berlín o Amsterdam.
De acuerdo con Armando de la Fuente, de la firma Newmark Knight Frank, se espera que siga creciendo en los próximos años en Monterrey, en segmentos particulares como estudiantes o familias recién casadas.
En la ciudad, este tipo de desarrollos buscan crear comunidades con intereses en común, y a la par, reducir el gasto a los residentes compartiendo áreas comunes como cocina, jardín o la sala.
El ahorro de la vivienda colaborativa podría llegar a ser de hasta un 35 por ciento en el costo de la propiedad, de acuerdo con De la Fuente.
El directivo señaló que incluso para las personas de la tercera edad, se podría construir vivienda vertical en lugares céntricos con precios más accesibles y utilizando tecnología para resolver temas de movilidad.
De la misma forma, se reducen tiempos de traslado en la metrópoli y se acerca a los inquilinos a servicios como hospitales y policía.
“Hay una gran necesidad de desarrollo enfocado a adultos de la tercera edad en Monterrey, ya que es un grupo social con mucho crecimiento”, explicó en una entrevista para El Economista.
¿Qué piensas de este tipo de desarrollos? ¿vivirías en un lugar así?
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Artículo obtenido del portal Cimientos.